Las Camisas de Franela

miércoles, 10 de febrero de 2010

Con este calor me acorde de mis camisas afraneladas cuadrilles, como no olvidarlas, si no me las sacaba por nada del mundo, si hacia mucho calor me las arremangaba, pero ahi iba con mi estilo Grunge.
Me acuerdo de mi primera camisa afranelada, azul oscuro con tonos rojos, cafés, y grises, con ella iba a carretes, pololeaba, iba a conciertos, hasta incluso creo haber jugado a la pelota con ella, era la regalona, la pilcha decía mi mamá. Pero no me importaba, la usaba igual. Con tal de imitar a mis iconos musicales, valía cualquier cosa.
Esa era nuestra moda, la de unos pocos, nuestros pantalones rasgados, la polera debajo de nuestra calurosa camisa. En las vacaciones igual las ocupábamos, no importaba el calor. Recuerdo aquella vez que me subí a la Micro amarilla, hacia unos 32º de calor intenso, las viejas echándose viento con lo que tuvieran, y yo con mi camisa y mis jeans cortados, todos quedaban mirando, "y este de donde salio", quizá algunos se reían, pero a uno no le importaba nada, me iba atrás de la micro y escuchaba mi walkman con mis cassettes de Nirvana, Pearl Jam, Faith no more o algún chiche que haya grabado de la radio.
Como no olvidar las tallas de mis amigos... Cambia el trapero!! claro después de ocupar tantos años esa camisa, ya se veía bien desastrosa, obvio que ya me habían llegado mas de esas, de distintos colores y tamaños, pero esa era la preferida.
Mi polola de ese turno no le gustaba mucho, a veces me decía "quieres mas esa camisa que a mí", y por que no... pensaba yo. Ya con el pasar de los tiempos y la polola empecé a dejar de lado esa pilcha. En todo caso las mujeres tiene un sentido de la moda mucho mejor que uno, y pasando los años ella iba haciendo mi closet, con cada regalo de 14 de febrero, cumpleaños, aniversario (fue un pololeo largo), y navidades. Al final que de un momento a otro esa camisa quedo tirada por ahí, en algún rincón del closet, esperando que algún día su dueño la volviese a ocupar.
Pasaron un par de años, ya esa camisa la tenia en el olvido, cuando la encontré en la ropa de invierno.. juro que me emocione, recordar muchas cosas que viví con esa camisa. La mire un buen rato, con melancolía, llame a aquella polola diciéndole que adivinara que había encontrado, "!aah!- me dijo -esa camisa, todavía la tienes guardada", no tenia idea que estaba guardada, quizá mi Madre la dejo ahí, lo cual le pregunte por que estaba ahí, "si era tu pilcha preferida, por que botarla o usarla de trapero?" se paso la vieja!.
Pero bueno, todo tiene su fin y esa camisa como toda ropa vieja termino donde siempre terminaba en mi casa.. en el Trapero.

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